Parecerá algo extraño o no, pero lo cierto es que la anorgasmia existe y se da en muchos más casos de los que piensas. Por si esto te suena a chino y no sabes ni de lo que te estamos hablando, tranquilo, que te lo vamos a explicar todo con pelos y señales. Verás, la anorgasmia es la imposibilidad o la dificultad para alcanzar orgasmos y se da tanto en hombres como en mujeres. ¿Por qué comentamos esto? Pues porque, a veces, cuando no se alcanza y no se sabe cómo llegar al orgasmo, nos encerramos en nuestro mundo sin darnos cuenta de que sí, es una molestia, pero sí, una molestia que tiene remedio.
Hay más casos de anorgasmia femenina, pero también es frecuente en muchos varones. Es posible incluso que alguien que aparentemente nunca antes haya sufrido problemas o inconvenientes de este tipo, un día comience a sufrirlo. Así que presta atención, aun cuando nunca hayas sentido una experiencia así porque puede que en algún momento necesites esta información.
Verás, a la anorgasmia no hay que temerle. Las causas por las que uno puede sufrirla son varias: desde razones biológicas hasta aquellas psicológicas y educacionales. Puede que el simple hecho de que no termines de conocer tu cuerpo o el de tu pareja te haga perder ese punto de máxima excitación que te impide llegar al orgasmo. Ahora bien, como te decimos, no es este de los problemas sexuales que más han de preocuparte. No si te pones manos a la obra. No, si tienes claro que, desde luego, tiene remedio.
La peor de las consecuencias es quizá el sentimiento de auto culpa que se le queda a quien la sufre por aquello de que nuestra pareja piense que, si no alcanzamos el orgasmo es porque no nos excita lo suficiente. Esto, claro está, en los casos en los que no llegamos al orgasmo cuando practicamos sexo en compañía; pues también puede suceder cuando nos masturbamos. Otra de las emociones que se sienten en estos momentos es la frustración; ese querer y no poder. Ante todo ello, lo mejor será relajarse, documentarse y tratar de empezar a satisfacer a tu cuerpo.
¿Sabes que muchas veces se tiene la tendencia de querer complacer al otro, olvidándonos para ello de nosotros mismos?
Pues sí, esto es algo muy frecuente. Así que si este es tu caso, empieza por darle un vuelco a tus relaciones sexuales. Haz uso de juguetes eróticos, así como de técnicas que te estimulen y te ayuden a excitarte y deja las preocupaciones de lado. Prácticas como el sexo oral mientras hay penetración, aunque sea con los dedos o con un masturbador, pueden ser muy efectivas.
Y tú, ¿cómo llegas al orgasmo?