A muchas mujeres, cuando les hablas de sexo anal, la respuesta es tan clara como contundente y rotunda: NO! Y es normal cuando la forma de plantearlo no es otra que la de un empotrador furtivo que está deseando con todas sus ganas embestirla por la retaguardia sin apenas un poco de contacto. Sin embargo, todo eso puede cambiar y de hecho, en nuestro sex shop online, estamos deseando que cambie, si transmitimos la idea de que las posibilidades de tener sexo anal sin dolor son muchas si se hace, ya sabes, con delicadeza.
En nuestro sexshop online hoy, vamos a enseñarte a hacerlo o al menos vamos a intentar darte unos consejos que pueden servirte para que tu chica empiece a pensar en ello como algo plenamente placentero y cien por cien satisfactorio.
Sí, es cierto que sobre todo la primera vez, es normal que se piense que duele. Y, por supuesto, puede que en efecto sientas algo de molestia, pero te aseguramos que, con estos consejos que vamos a darte y con esos juegos previos de los que vamos a hablarte en nuestro sex shop online, vas a recordar más tu momento íntimo como algo realmente mágico que te hizo sentir el orgasmo más intenso de tu vida que como algo que duele.
Veamos algunos consejos y juegos previos para practicar sexo anal:
1. El primer buen consejo que podemos darte es que te armes de paciencia. Ya sabemos que la mayor parte de los hombres están deseando penetrarlas y sentir esa inigualable sensación placentera, pero si quieres repetir experiencia y no llevarte algún que otro cabreo, tu mayor virtud ha de ser la paciencia.
2. Esa paciencia, si la acompañas de juegos previos que enciendan la llama, que relajen a tu chica y la hagan meterse en una burbuja de placer, tendrá como resultado un encuentro de sexo anal súper fructífero. Tú eres quien mejor la conoce y, por tanto, quien mejor sabe qué tipo de juegos previos funcionan con ella, pero si quieres saber algo que funciona bastante, puedes probar con acercarte a ella. A todas les fascina la idea del típico empotrador que llega con ganas, que se muestra seguro y que va a por todas. Pero es que esa misma idea puedes hacérsela llegar de forma sutil, en forma de caricias. Tócala, susúrrale cositas al oído, masajea sus zonas erógenas, frota su clítoris y, con la otra mano, ve jugando poco a poco con su ano. Cuando ya empiece a subírsele la temperatura, ella misma te irá pidiendo que subas el nivel.
3. ¡Ah! Y no te olvides de utilizar un buen lubricante anal. Es fundamental.
Y así hasta que… ¡aaah!, llegue al divino orgasmo.