By Venus O’Hara, este juguete erótico ¡no tiene rival!
Una diosa del sexo, una conocedora nata de todo cuanto repercute a sexualidad, a sensualidad ¡y a juguetes eróticos!, así es Venus O’Hara, una chica británica que pronto se convirtió en una de las sex bloggers más reconocidas, si no la que más. Modelo, actriz y escritora son solo tres de las profesiones de Venus que, además, es probadora de juguetes y, ahora también, diseñadora del suyo propio, el O’Venus que tenemos en SensualPlanet.
Probar el O’Venus es descubrir una sensación de placer máxima, es innovar y es volverte a conocer a ti misma, es despertar la imaginación. Es, en pocas palabras, volver a ser feliz.
Qué es el O’Venus
El O’Venus es un masturbador femenino, un juguete erótico que no tiene rival. Está diseñado por Venus O’Hara y es un artículo dedicado especialmente a satisfacer las necesidades erótico-sexuales de las mujeres.
Ya el hecho de que haya sido diseñado por Venus, en conjunto con la marca Adrien Lastic, dice mucho de sí porque, estando de la mano de una de las grandes profesoras del sexo a la vez que de una de las grandes firmas de juguetes eróticos, lo más normal es que ¡no le falta de nada! Y, en efecto, este artículo cuenta con todo lo necesario para alcanzar el orgasmo en segundos.
Parece un conejito, dispone de tres largas y flexibles orejas con las que se pretende estimular el clítoris y la vagina. Cuenta con dos motores independientes de diez ritmos cada uno y que podrás controlar con un solo botón. Podrás también masajear el punto G para que ya te vuelvas loca de placer.
Ha sido fabricado de silicona para las partes en contacto con tu piel y un material algo más rígido, ABS, para el resto. Si quieres un lubricante, este ha de ser de base de agua. Se carga mediante USB.
Y ahora… un momentazo en el que usarlo
¿Que a tu chico no le gusta eso de utilizar juguetes eróticos? Tranquila porque, con este, no podrá resistirse. Aprovecha uno de vuestros aniversarios y sorpréndele con el O’Venus. Que vea cómo gozas de placer con este masturbador femenino no tiene desperdicio; seguro que lo pones a tono ¡y hasta él se anima luego a darte candela!
Y tú, ¿lo has probado ya?