No hay nada mejor que la masturbación. Y para demostrarlo, hoy te proponemos un especial sobre la masturbación femenina en el blog de nuestro sexshop.
Uno de los datos más importantes a es que la mayoría de las mujeres que se masturban con regularidad hasta llegar al orgasmo (una vez a la semana o con más frecuencia) tienen un mayor número de orgasmos durante las relaciones sexuales que las mujeres que nos se masturban casi nunca. Además la mayoría de los psicoterapeutas recomiendan la masturbación para ayudar a que las mujeres se den cuenta de que el placer no sólo viene del hombre. Además de que es una buena sesión de ejercicio cardiovascular, también librea endorfinas y reduce el estrés.
Como hacerlo
Tumbada, de pie, de lado, con fantasías o sin ellas, leyendo o viendo pornografía, usando los dedos, masturbadores, vibradores… Hay un montón de opciones, ya que no hay formas correctas o incorrectas, sirve cualquier cosa que te excite. Deja volar tu imaginación y haz todo aquello que de verdad te excite. Y para llegar al orgasmo hay varias zonas principales en las que puedes concentrarte, el clítoris, la vagina, el punto G, el punto A y la uretra. A continuación te explicamos algunas de las mejores técnicas para estimular cada uno de estos puntos.
Clítoris
Arriba y abajo. Apoya la base de tu mano donde empieza el vello púbico. Sujeta la punta del clítoris entre los dedos índice y corazón, y frota hacia arriba y abajo. Aprieta los labios exteriores juntándolos con la otra mano. Estimula tu clítoris sin hacer demasiada presión sobre su punta.
Arriba y abajo, adentro y afuera. Como hemos comentado anteriormente, pero ahora introduce el dedo pulgar de la otra mano dentro de tu vagina. Muévelo justo en el interior de la abertura trazando suaves movimientos circulares. De esta forma estimularás el clítoris y las terminaciones nerviosas que hay en el interior de la vagina.
El montículo. Túmbate boca abajo, junta los muslos y las rodillas, y luego frota tu pelvis arriba y abajo contra el colchón o contra una almohada.
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Punto G
Túmbate boca arriba y dobla las rodillas a la altura del pecho. Desliza dos dedos dentro de la vagina, y dóblalos hacia la pared más cercana de tu barriga. A unos 4 centímetros hacia arriba se halla el punto G. Es un pequeño tejido (del tamaño de una moneda) esponjoso y eréctil, lo que significa que se endurece y se hincha. Frota esa zona moviendo el dedo como si le indicarás a alguien que se acercara. Aprovecha para hacer un movimiento circular en la dirección de las agujas del reloj, manteniendo una presión suave pero constante.
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Punto A
Realiza el mismo movimiento para localizar el punto G, pero recorriendo la pared opuesta hasta llegar al cuello del útero. A medio camino entre el cuello del útero y el punto G, encontrarás una zona suave, extremadamente sensible, denominada punto A. Desliza un dedo hacia arriba y abajo por toda esta zona y descubrirás el inmenso placer que puede producir.
La uretra
Aprieta con un dedo la uretra (por donde se expulsa la orina) trazando movimientos circulares muy firmes. Muchas mujeres descubren que estimulando esta zona les puede provocar un orgasmo brutal. Es debido a que esta se halla justo en el centro, entre la vagina y el clítoris. Resulta mucho más placentero cuando se combina con la estimulación del clítoris.
Consejos
Concéntrate en mantener una respiración lenta y constante, ya que si aguantas la respiración puede impedir a que llegues al clímax.
La lubricación es esencial. Métete el dedo en la vagina con frecuencia mientras te masturbas, para que tu vagina se lubrique por si sola. O si lo deseas, utiliza un lubricante acuoso para humedecer toda la zona.
Los niveles de hormonas afectan al deseo sexual y a la capacidad de llegar al orgasmo. Los estrógenos son los culpables. En el primer día del período, los estrógenos empiezan a aumentar en tu cuerpo. Cuando llegan al punto máximo (entre el día once y el dieciocho del ciclo) se libera el óvulo. Ese es el momento más fértil y además el más lujurioso. Aprovecha para masturbarte en esos días, ya que después los niveles de estrógeno descienden y también lo hace tu libido.
Utiliza estímulos externos para centrar tus pensamientos en el sexo. A la mayoría de mujeres le excitan más las palabras que las imágenes (a los hombres les sucede lo contrario), así que un buen libo erótico puede ayudarte a prepararte.
Orgasmos alternativos
Los orgasmos no siempre requieren una estimulación genital. Es posible llegar al clímax a través de un masaje en lo pechos, los pezones, la zona anal… Descubre todas tus zonas erógenas y aprovéchalas al máximo. Así de esta forma puedes masturbarte usando todas las zonas que más placer te produzcan.
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